Sociólogo: Avelino Zamora Lingán
“Quien esté libre de
pecado que tire la primera piedra”, sentenció Jesucristo a la multitud escandalizada que estaba a punto de
dar muerte a pedrada limpia a una prostituta de la época. Desde entonces, es
decir, desde hace más de 2000 años, esta expresión, muy cristiana, ha echado
profundas raíces en la conciencia colectiva
hasta el día de hoy, la cual inmediatamente aflora cuando alguien desea justificar
tal o cual “pecado” o hecho negativo de algún individuo. Sin embargo, ello no
es tan gratuito o fácil, pues, para ello, la colectividad tiene que CREER en que
el hecho no es aislado, sino es algo frecuente, además es común, es decir que
gran parte lo practicaría o está tentado a practicarlo.
Algo parecido sucede con el famoso plagio
de Cesar Acuña, el hombre que tiene “plata como cancha” y que es uno de los fuertes
candidatos a la Presidencia de la República. De acuerdo con las pruebas que no
dejan espacio para la duda, porque son contundentes, este señor acaba de ser
identificado, sorprendido o ampayado como “el
mayor plagiador del Perú”, expresado a través de su tesis doctoral, por la
cual le ha sido otorgado el título de “doctor”, nada menos que por una de las
universidades más prestigiosas del mundo como lo es la Universidad Complutense
de Madrid- España. Entonces, la expresión expuesta en el párrafo anterior viene
a colación en tanto que los comentarios de gran parte de la población, apuntan
o están orientados, precisamente, a justificar, mostrar indiferencia o
simplemente no prestarle importancia, pese a que el PLAGIO es sinónimo de
“robo” o “hurto” de la propiedad
intelectual, y como tal es un delito sancionado con multa pecuniaria y pena
privativa de la libertad. Y, aquí es donde ese sector poblacional aplica la
expresión bíblica, quizá, impulsado por el escaso conocimiento de lo que
significa plagiar, sea por fanatismo político, por simple temor a no perder la
oportunidad de acomodo personal o por conocimiento de que “todo el mundo
plagia”. Desde nuestra perspectiva, todas las “razones” son válidas.
Escaso conocimiento de lo que significa “plagiar”. Existe un pequeño,
pero importante sector de la población que no está familiarizado con este hecho
o mejor dicho no conoce lo que significa “plagiar”, “plagio” o “plagiador”. Ese
sector es el sector iletrado o “analfabeto” A este sector le es indiferente o
es el quien pasa por desapercibido el tema del Plagio del Sr. Acuña. No le
interesa, ni le preocupa. En este sentido, quienes ya hayan fijado o decidido
votar por Acuña, lo van a hacer sin ningún problema, aunque todos los días
oigan o escuchen que “el candidato Acuña ha plagiado su tesis”. Aquí, entre
este sector, tampoco no es aplicable la expresión que reza “quien esté libre de
pecado que tire la primera piedra”
El mundo académico sí conoce el significado de lo que significa
“plagiar”. En efecto, Un enorme sector social y elector si conoce lo que
significa “plagiar”, y, por lo mismo, sabría de lo que se trata. Por ello,
puede conocer o saber que el señor Acuña ha cometido un flagrante delito que
tira por la borda o por los suelos a esas otrora grandes virtudes humanas como
son la moral y la ética. Pero aquí surge un
problema: Es que precisamente en el mundo académico es donde no sólo se
conoce o se sabe el significado del término plagio, sino que una gran mayoría
lo practicaría o, al menos, lo ha practicado en algún momento de su vida,
claro, especialmente cuando era estudiante; y más, aún, hoy que el avance de la
tecnología, como el Internet, facilita la práctica del plagio, por es que ha se
ha acuñado esa palabra “COPY Y PEGA” o copia y pega. Es por ello que inmediatamente,
cuando se trata el tema del plagio del señor Acuña surge esa expresión “quien
este libre de pecado que tire la primera piedra”. O que, en todo caso, se opte
por no darle importancia, por no mostrar interés, ni preocupación, por el tema
del plagio. En este caso no porque se desconozca el tema sino porque, además,
se apelaría a esa otra expresión “todo el mundo lo hace”, o “todo el mundo lo
ha hecho”, es decir, “todo el mundo ha plagiado alguna vez”, por lo tanto el
plagio del señor Acuña es normal, es uno más, de los millones de plagios que
pueden estar dándose en estos momentos. Sólo que quienes piensan así no se
percatan que una cosa es que juan Pérez o perico de los palotes haya plagiado
alguna vez en su vida pero otra cosa es que el señor Acuña, aspirante nada mas
y nada menos que a la presidencia de la republica sea un plagiador ¡Un ladrón
de ideas!!. ¡El patrón de conducta, de moral y de ética que transmitiría este
señor en el supuesto de que sea elegido presidente de nuestro país!! Desde esta
perspectiva, ya podemos concluir que entre el mundo académico existirán muchos
que han decido votar por el señor Acuña y tampoco les interesará el Plagio de
su líder o de candidato favorito. No harán otra cosa que taponearse los oídos
para no escuchar la lluvia de comentarios negativos o los cuestionamientos sobre
el plagio de dicho candidato
Temor a perder la oportunidad de acomodo (por oportunismo político) Este
es otro sector que muy bien sabe lo que implica plagiar, pero aún así se
esfuerzan por “tapar el solo con un dedo”. Es decir, este sector que está muy
cercano al candidato, no tanto por convicción político ideológica sino por un
puesto o cargo que podría tener en caso de que Acuña llegue a la presidencia de
la República. Ni hablar que entre este sector se genere un anti-voto a raíz de
la difusión del plagio de Acuña. Al contrario, se fanatizan mucho más y se
esfuerzan por pregonar “inocencia”; pero sobre todo, inmediatamente sacan a
flote esas expresiones antes indicadas: “Quien esté libre de pecado que tire la
primera piedra”, “todo el mundo lo hace”, “Meche Cabanillas lo hizo, etc.,
etc.” Por lo tanto en este sector, expresión del oportunismo político, ni
hablar de que cambiarían de opinión y votaría por otro que no sea Acuña. En
este sentido, los candidatos a congresistas y a las vice Presidencias, en la
lista de Acuña, son sus más fanáticos defensores
Sin embargo, es probable que sí exista una reserva ética y moral en el
Perú, que obviamente sabe muy bien de que se habla cuando se alude a “plagio de
una tesis”. Este sector puede ser pequeño, electoralmente, pero es muy valioso,
porque de hecho no votaría jamás por un candidato del nivel del Señor Acuña.
Para este sector las expresión bíblica o la otra “todo el mundo lo hace no
tienen asidero, no son escusa, es más, esta ultima lleva a un conformismo
pernicioso, porque estaríamos justificando las faltas a la moral, a la ética, a
la corrupción, etc. en fin esto equivale a decir “mal de muchos, consuelo de
tontos” Aunque la justicia no sancione este delito, el sector social, que
constituye la reserva moral del país, está en la obligación de sancionar,
aunque sea moralmente, al señor candidato de la “plata como cancha”.
La pregunta es ¿Impacta en las encuestas o no la difusión de la tesis plagiada
de Acuña? No cabe duda que el tema sale a luz con la intención de que suceda algo
con su candidatura o que suba o que baje. Aparentemente, más fácil es pensar
que posiblemente bajará en las encuestas; pero, también puede haber surgido por
otras razones, entre éstas: hacer una cortina de humo, para que tanto medios de
comunicación, como los políticos y los opinólogos, etc., etc. se entretengan o
entretengan al pueblo comentando noche y día sobre el “plagio de Acuña”, y no
de propuestas electorales que es lo que al pueblo más le interesa ¿A las
transnacionales, los grupos de poder económico o a los inversionistas, les
interesa propuestas y, más aún, que sean generadoras de cambio social? NO, para
nada, pues, para ellos, el libreto ya está escrito: es el modelo económico
neoliberal, el consenso de Washington, la constitución fujimontesinista, los
contratos ley que fueron impuestos a partir de 1990. A estos grupos les
interesa que estos instrumentos legales no sean tocados ni con el pétalo de una
rosa. Y, para ello, sólo hace falta, en palacio de gobierno sólo hace falta a
un tecnócrata, un administrador, que funja de presidente de la República. O, en
todo caso, un gendarme o wachimán que cuide celosamente los intereses económicos
de las transnacionales y de los grupos de poder económico criollos.
Finalmente, hay una fuerte tendencia, expresada durante las campañas
electorales: La victimización. La victimización se genera a raíz de una
contra-campaña; es decir, el ataque certero a un determinado candidato da lugar
a que éste se victimice. Para lograr esto, es condición, por un lado, que el
ataque sea frecuente o en exceso y, por otro lado, que sea inoportuno, es decir
que el ataque sea muy extemporáneo o mejor dicho muy tarde, puesto que un ataque,
en tales condiciones, puede que ya no genere el objetivo buscado sino que, al
contrario, sea contraproducente, es decir que genere un impacto contrario al
buscado, ya que es posible que la población electoral ya haya fijado la idea de
votar por el candidato atacado. Desde esta perspectiva quienes buscan “tumbar”
al rival político, haciendo ataques, denuncias, contra-campañas, generando
“noticias bomba” puede que les “salga el tiro por la culata” o terminen “disparándose
a los pies”, porque ese rival político, en lugar de bajar, sube. Puede que esto
también sea el caso del señor Acuña, más conocido ya como “el hombre de la raza
distinta” o el que “tiene plata como cancha”.
Escrito: 1 de febrero del
2016